En mis horas bajas, te daría mi vida.
Una vida trivial, llena de huecos donde sentirte desinflado
Un pelo desgreñado, donde no podrás pasar tu mano por la nuca sin enredarte.
Una frente arrugada llena de enigmas sin resolver
Unos ojos secos donde no encontrar el calor de una mirada.
Unos labios agrietados sin la calidez de mis besos
Un cuello vanidoso sin hogar para los tuyos
Un regazo desangelado porque no está tu nido
Un pecho tibio donde no apoya tu rostro
Unos brazos desfigurados que no ciñen tu silueta
Unas manos vacías sin nada que ofrecerte
Una cintura resbaladiza donde no bailar la tuya
Un vientre yermo que no acoge tu simiente
Unos muslos sombríos, escarpados a tu tacto
Unas piernas quebradizas que no caminan hacia ti
Unos pies cuarteados que deambulan desorientados
En mis horas bajas, te daría mi amor
Un amor cruel y despiadado
Lleno de te quieros fútiles, con lo esencial de tus te amo
De llantos frívolos, con tus lágrimas sensatas
De besos rebosantes de sal, en la dulzura de los tuyos
De caricias desesperadas para tu cariño consagrado
De sentimientos gélidos con el fuego de tu pasión
De palabras angustiadas para la paz de tu voz
De puertas entreabiertas para la claridad de tu condescendencia
De muecas lóbregas para la incandescencia de tu sonrisa
De canto plañidero para la armonía de tu abrazo…
Tu abrazo…
Tu sonrisa….
Tu voz…
Tus ojos…. Tus ojos….
Oh dios mío… en mis horas bajas…
En mis horas bajas me caigo, me desvanezco
¿Dónde estoy en mis horas bajas?
¿En qué abismo me encuentro?
Tu abrazo…
Tu sonrisa….
Tu voz…
¿A dónde puedo escapar de tu mirada?
Me disipo en brumas
Me evaporo
Tu abrazo…
Tú…
Ya no tengo aliento
En mis horas bajas…
En mis horas bajas, amor mío, sin tí muero.
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