Con tanta confusión... no te dan ganas de GRITAR???

Dan ganas de gritar!!!

He perdido la cuenta de cuantos miembros me he dejado por el camino. La última mitad de mi se la ha llevó a alguna parte la tormenta, tampoco se muy bien donde, no opuse mucha resistencia cuando la arrastró ni noté dolor al arrancarse de mi.

Debería ser más cuidadosa con dejarme pedazos de mi yo invisible por el camino. Mi ventrículo izquierdo empieza a molestarse de tener que volver a fijar la tercera aorta del último lustro.
Mi brazo me ha dado un ultimátum por la sexta mano novata con la que tiene que aprender a coordinarse. Al final se acaban acostumbrando y solo tengo que hacer un poco de oídos sordos a sus lamentos.

Lo que no me gustan son estos pies nuevos. Cada vez que renuevo la piel me viene con las cualidades cargadas, repletas de energía para empezar con más fuerza… y con la de cosas que vienen instaladas en mi última versión del hemisferio izquierdo me preocupa lo atolondrados que vienen estos pies con los que saltar al vacío.

¿Me habrán venido de segunda mano? Serán cosas del pais…


He vuelto.

O al menos ha vuelto alguien con mi mismo nombre, apellido, cuerpo y voz.. Te diría que con ellos viene también el alma y el corazón y regalarte una bonita entrada para acariciar tus sentidos desde letras estudiadas lanzadas como flechas directas a una diana donde los 100 puntos fueran tu emoción
Pero he pasado demasiado tiempo dormida para hacerte vibrar, para cubrir las expectativas del largo tiempo en silencio. Una vez más he quedado a contracorriente y la mitad de mi ha perecido en el letargo de los últimos meses. He decidido callar, morir y observar en un lugar donde cualquiera grita, vive y despierta.

He vuelto a estar frente a otra puerta, como siempre no me di cuenta de haberla cruzado hasta que fue demasiado tarde y aun así, por primera vez, siempre tuve la sensación de poder volver atrás. Esta vez no había un camino largo hacia la siguiente, si no un espacio indimensionable. Un desierto, un vacío lleno de espejismos, un mar, un oasis, un cielo un aroma a luz y sol y una fragancia de luna y oscuridad.

Vi desde el primer momento las dos puertas al fondo, perfectamente claras y diferenciadas. Me desconcertó esa elección tan perceptible, tan rápida, y sin saber que hacer el instinto de mis nervios avanzo hacia ellas y fue entonces, cuando me alcanzó la tormenta de arena.

No cogi tienda de campaña para refugiarme, no me he dejado llevar por su viento, no me he tapado los ojos cuando me ha entrado la arena, ni he temido naufragar en ella, aun cuando siempre ha sido latente la opción de poder hacer cualquiera de esas soluciones. Simplemente, me he quedado quieta mirando todo a mi alrededor.

No me sentí desorientada al perder de vista las puertas y sin embargo empiezo a inquietarme al volver a vislumbrar sus perfiles. Siguen borrosas, pero sé que están ahí. Me he acostumbrado tanto a ver todo borroso con una mirada de tierra que me preocupa volver a distinguir con nitidez.

Pero estaré preparada, ahora que he aprendido a esperar.


Long time...






...no see