Siempre recordaré el día que llegó.

Es algo mío, ella no puede decir lo mismo, son las ventajas de haber llegado antes.

Me levanté a las seis de la mañana con la voz de mi madre: ya viene!, ya???, si, corre, levanta.


No podía creerlo, llevaba años pidiéndolo, no sabia ni lo que pedía, pero ahí estaba. Me vestí corriendo, estaba nerviosa, al salir de la cocina vi a mi madre haciendo la cama, mi padre grabándolo en video, no entendía nada. ¿Pero que hacéis? ¿no decís que viene ya? Correr! Que quiero verla!!!


Siempre recordaré que no me llevaron con ellos.


Me moría de ganas de estar ahí, pero a cambio me dejaron en el piso de arriba. Cada vez que sonaba el teléfono salía corriendo pegando botes, pero nunca llegaba la llamada que yo esperaba.


No se como pudo llamar tanta gente para ver si ya sabíamos algo. Claro, no había móviles. Así que todos los que querían saber algo, tenían que llamar ahí, y yo esperando mi llamada.


Hacia muchísimo calor, las horas se hacían eternas, pasaron las nueve, las diez, las once, las doce…. Llegaron las dos y media y mis abuelos me llamaron a comer. No tenía ninguna gana, ni de comer, ni de jugar, ni de ver la tele… solo quería mi llamada.


A las tres y media volvió a sonar el teléfono, ya ni siquiera le prestaba atención, había pasado una mañana con más de veinte sobresaltos y desilusiones en 2 segundos.


Pero esa era mi llamada, había llegado, ya estaba aquí.


Siempre recordare la primera vez que me devolvió su primera mirada.


Un escalofrío me recorrió de arriba abajo, era infinita e inagotable de belleza, era mar y nubes, era gris. En ese momento no lo supe, sabía que era algo precioso, pero no sabía lo que vendría después. No sabía que aquella mirada gris me devolvería miradas azules, miradas verdes, miradas marrones y miradas grises.


Era Egipto, era Babilonia, era Grecia y la Amazonia, era un mundo entero en sus ojos, era Nefertiti, Cleopatra, Afrodita y Minerva.


Siempre recordare la primera vez que la tuve en mis brazos.


Era tan pequeña y delicada que solo tenia miedo de que se resbalara entre mis dedos. No la había pedido a ella, nunca me lleve bien con las demás niñas de clase, quería un “él”. Pero en el momento que estiraba el brazito a mi boca, el momento en que apoyaba su cabeza en mi regazo para dormirse con mis latidos, supe que era ella quien quería que llegara. Porque me acompañaría en mis juegos, porque sería su referente, porque la entendería a cada paso de su camino, porque quería protegerla y porque desde ese día, en el que me devolvió su mirada, yo nunca jamás volvería a estar sola.


Parece que hace mil años de aquello, nunca le he dado las gracias a mis padres por ella y por el que vino después.


Pero como dar las gracias por eso, ¿de qué manera compensarlo?


Es imposible compensar que te regalen una amiga, que te regalen una confidente, que te regalen un amor tan pleno, que te regalen miradas, guiños y sonrisas, que te regalen un hombro en el que llorar, que te regalen quien siempre sepa hacerte reír, que te regalen la forma de que sepas que la tendrás siempre….


que te regalen el fin de la Soledad, que te regalen la Victoria de tu vida.



Para que esto no se convierta en "Diario de un presuicida" hoy retomo una nota de color con una película: "Soy leyenda"

No me gustan las críticas de cinéfilos aficionados, sueles ser pedantes y muy dadas a juicios demasiado grandilocuentes para quien las transcribe, así que esto no será una de ellas, simplemente me limito a describir un poco de que va o por que me ha llamado la atención, así como las diferencias con la novela original, que es lo que realmente me gusta.

La película esta protagonizada por Will Smith y por el argumento se preve una tira de acción mezclada con el rollo vampirico. Basada en una magnifica novela de Richard Matheson, ha sido llevada por tercera vez a la gran pantalla por Francis Lawrence, quien nos trajo Constantine

En la novela, el protagonista es un caucasiano, por lo que en un momento se especuló que el papel había sido ofrecido a Jhonny Deep, lo cual habría sido mas aceptable acorde con la psicología de Robert Neville, el personaje principal, pero supongo que hubiera sido demasiado bonito que la película hubiera sido fiel a la novela, que ya era muy interesante por si misma.

Así que básicamente se reduce a uno de los millones de argumentos similares que hay en una gran cantidad de películas serie B, A, Z y doble X, un virus creado para curar el cancer, muta, convierte a toda la humanidad en vampiros y Will Smith busca una cura, así como supervivientes al virus para un nuevo comienzo.


Pero lejos de quitarle mérito al argumento, la novela de Matheson es una de las grandes junto a Un mundo feliz de Aldoux Huxley o cualquiera a elegir de Isac Asimov.
Aunque más actual que éstas (fue escrita en 1954), la independencia del ser humano frente a clones, robots o vampiros mutados, siempre crea un gran atractivo en lectores o espectadores.

En la novela, Neville (en la película un Teniente coronel de los EEUU, marinespower!) es un hombre solitario dado a la bebida (esto en la película no aparece por ninguna parte) que acuartelado en su vivienda bunker trata de comprender su existencia en un mundo que ya no le pertenece. Su paupérrima formación académica le hace dar miles de palos de ciego en la busca de una cura consigo mismo, y tanto el aislamiento como la búsqueda de compañía es un centro del argumento. Son especialmente buenos los capítulos en los que localiza un perro no infectado, como intenta ganarse su confianza y muy bello el capitulo en el que [SPOILER] lo pierde.

Un día encuentra una mujer caminando a la luz del día (Ruth),la lleva a casa y le extrae sangre para comprobar que no esté infectada. Algo que no sucede, al cabo del día al comprobar el resultado, ella le ataca dejándole inconsciente y al despertar encuentra una carta en la que Ruth le explica que forma parte de una nueva sociedad a la que Neville no pertenece. Esta nueva sociedad le perseguirá y acabará con él por lo que le insta a huir.

Voy a contar el final del libro y de la película.


Neville no le hace caso, y finalmente es atrapado por los vampiros. Lo que hace especial al libro, es el momento en el que él es consciente de que ya no es parte de este mundo, es tratado como un ser mitológico por esa nueva sociedad por el hecho de no estar infectado, y sabe que como siempre ha sucedido, el ser diferente será el motivo por el cual ha de morir. Pero en ese momento, es cuando se abre la revelación, una nueva sociedad más evolucionada ha surgido, el hecho de haber sido un mito para los vampiros, su búsqueda, captura y ejecución son lo que le convierten en Leyenda.

Todo esto por supuesto no pasa en la película, ninguna sociedad de mutantes va a ser superior al Estados Unidos actual y ante todo un americano ha de hacer algo, el hecho de las revelaciones de ser el único sobre la tierra son demasiado románticas para un marine, así que como se necesitan más actores (no se porque, yo lo veía más que suficiente así) pues en la peli os encontrareis algún superviviente más, y Will Simth cobra demasiado como para morir solo aceptando nada, así que quien vaya a verla que sepa de antemano, que los soldados americanos mueren siendo héroes, y un Teniente Coronel no va a ser la excepción.

Ahora sí, para los que os gusta la fotografía, que sois creo que el 80% de los que leéis este blog (no era muy difícil) os dejo los carteles promocionales de la película, con varias ciudades debastadas, que es lo que ha inspirado esta Tocho-entrada.


















La primera vez que cerramos una puerta es cuando dejamos nuestra infancia. Cuantos días a lo largo del camino recodábamos lo felices que eramos entonces. y cuantas veces añoramos el no poder volver a ella.





De pequeña queria ser bailarina, astronauta, veterinaria, detective, entrenadora de delfines, maga, médico, arqueóloga, paleontóloga, profesora, cantante, actriz, y mil cosas más.

Dejemos aparte en lo que acaba cada uno... xD

y tú, ¿qué querias ser de mayor?






Hay miles de maneras de ver la vida en una metáfora.

Siempre me identifiqué con la de la espiral. Algo que empieza y en algún momento acaba, a pesar de que los trazos fueron más finos o más gruesos en cada ocasión, cuando llegas al final te das cuenta de que lo único que hiciste fue dar vueltas sobre el mismo punto.


Ahora lo veo más como un camino, una senda complicada llena de intersecciones en la que cuanto más avanzas, más difícil es darte la vuelta, porque al fin al cabo, ¿para que sirve?
Así que vas andando y andando, y te encuentras con un cruce, te sientas y te planteas qué hacer: ¿giro a la derecha? ¿a la izquierda? ¿de frente?. Lo malo de tomar la decisión es que en el momento que elijas un lado, si te equivocas, será tarde para comprobar a donde llegaba si hubiera girado al otro lado.

Como en todo camino sorteas baches, zanjas, piedras, pero también pasas campos de amapolas, bellos paisajes con ríos, días con rayos de sol acariciando tu cara... te quedarías todo el tiempo del mundo en esos momentos, pero el camino sigue y tienes que continuar recorriéndolo.


De vez en cuando encuentras una puerta en medio, uno se queda mirando atónito que pinta ahí y que se supone que debes hacer.
Distraído por el paisaje llega un momento que la cruzas, y siempre que lo haces te das cuenta que lo has hecho cuando estas al otro lado. Entonces eres consciente de que has cerrado una etapa en tu vida y que jamás volverá.

Pero el camino sigue y pasaremos muchas puertas más. Lo bueno de cerrar etapas es que siempre abres nuevas. Es una variante de ver la botella medio llena o media vacía.

Así que después de semanas asumiendo que estoy delante de una puerta nueva y de otro tramo de camino por recorrer he decidido volver a iniciar algo que en su día me reconfortaba.
No hago daño a ningún viandante con ello y aunque es odioso que un blog se convierta en un diario, también es inevitable que las imágenes de los cuadros que pintas no dejan de ser recuerdos o visiones de lo vivido.