Os dejo una anecdota que me ha encantado recogida en el libro de Benjamin Selwyn entre otras muchas muy interesantes xD




En cierta ocasión, una familia inglesa pasaba unas vacaciones en Escocia. En uno de sus paseos observaron una casita de campo que de inmediato les pareció cautivadora para su próximo verano. Indagaron quién era el dueño. Resultó ser un pastor protestante Amish, al que se dirigieron para que les mostrase la finca. el propietario se la enseñó. Tanto por su comodidad como por la situación, fue del agrado de la familia, que se comprometió a alquilarla el verano siguiente. De regreso a Londres, repasaron detalle a detalle cada habitación y de pronto la esposa recordó no haber visto el baño, y dado lo prácticos que son los ingleses, decidió escribir al pastor, preguntándole por ello en los siguientes términos:

Estimado pastor, soy miembro de la familia que hace unos días visitó su finca con deseos de alquilarla en nuestras próximas vacaciones y dado que omitimos enterarnos de un detalle quiero que nos indique más o menos dónde queda el W.C.

Finalizó la carta como es de rigor, y se la envió al pastor. Al recibirla éste, resultó que desconocía la abreviatura W.C. y creyó que se trataba de una capilla de su religión que se llama Well Chapel. Contestó a la señora de la siguiente forma:

Estimada señora, me complace indicarle que el lugar al que usted se refiere queda sólo a 12 km de la casa, lo cual es molesto, sobre todo si se tienen que ir con frecuencia, pero algunas personas llevan la comida y permanecen allí todo el día, algunos viajan a pie y otros en tranvía, y normalmente llegan en el momento preciso. Caben 400 personas sentadas y 100 de pie. Los asientos están forrados de terciopelo púrpura y hay aire acondicionado para evitar sofocos. Se recomienda llegar temprano para encontrar sitio. Mi mujer, por no hacerlo así, hace ya diez años tuvo que aguantar todo el acto de pie: desde entonces no usa este servicio. Los niños se sientan juntos y cantan a coro. a la entrada se les da un papel a cada uno, las personas a las que no alcanza la repartición pueden utilizar el del compañero de asiento, pero al salir deben devolverlo para continuar usándolo todo el mes. Todo lo que dejan depositado allí será para dar de comer a los pobres del hospicio. Hay fotógrafos especiales que toman instantáneas en diversas posiciones, las cuales se publican en el periódico de la ciudad, concretamente en la sección Vida social. Así, el público podrá reconocer a las altas personalidades en actos tan humanos como éste.

Así terminó la carta. Los ingleses, al recibirla, estuvieron a punto de desmayarse y, a pesar de todo su empeño, decidieron cambiar de lugar de veraneo.




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