La gente dice que fumo demasiado, pero lo que no saben, es que siento demasiado. Con el tiempo descubres que te vuelves un animal de costumbres.

Me levanto cada mañana, tengo ganas de fumar, me gusta ese regusto a nicotina que tiene el sabor de mi boca, pero voy al baño, me ducho, me visto, aún estoy dormida, joder, el actimel, subo a la nevera, llego tarde, al bolso. Entro al trabajo, emito un gruñido a modo de buenos días a mis compañeros, saben que estoy dormida aunque me mueva, y que, como cada mañana, estoy de mal humor. Son las nueve y media, tengo que entrar a las nueve… siempre igual… enciendo el ordenador, voy por un café, me siento en mi puesto, pongo la contraseña, dejo el café enfriándose mientras se inicia Windows, giro la silla, miro a la pared, me tomo mi actimel fresquito, reviso el correo, remuevo el café, leo el 20 minutos, me tomo el café… y salgo a fumarme el primer cigarro del día.

Son las diez, pero la calle esta tan dormida como yo, el humo sube a mi alrededor, se queda serpenteándome, está bailando conmigo, me impregna, ahora mi ropa huele a tabaco, mi pelo huele a tabaco, mi boca sabe a tabaco, no hay nadie en la calle viendo mi danza con el humo, degustando mi cigarro…

Y así empieza cada uno de mis días, termino de fumar, empieza mi jornada laboral, fumo cuando trabajo, fumo cuando me estreso, fumo cuando me aburro, fumo cuando me divierto.

Cierro los ojos, tengo quince años y estoy muerta de sueño, son las dos de la madrugada, en unas horas examen de filosofía y no puedo concentrarme porque estoy escuchando “mirando al mar” de cadena dial… me enciendo un cigarro y lo saboreo, una calada antes del examen, una calada al acabarlo, me ha vuelto a salir mal, otro verano estudiando.

Otro verano fumando, el sol en la piscina quema, hago autodefinidos, doy otra calada.

Mis lecturas saben a tabaco, mis escritos saben a tabaco, fumo para matar los ratos muertos, fumo para hacer un break cuando estoy nerviosa. Fumo agobiada, fumo relajada. Fumo cuando termino de comer para dar finalizada la sesión.

Fumo cuando estoy enamorada, sonriendo con cada calada pensando en ti, fumo al terminar de hacer el amor, desnuda apoyando mi cigarro en los labios, quitándome el sudor de la frente.

Fumo por desamor, cuando estoy desolada, cuando te echo de menos, fumo mirando las fotos, apago el cigarro con ira, con rabia.

Fumo cuando salgo de viaje, fumo al volver, fumo al llegar a casa. Ahora no están de moda los autodefinidos, enciendo otro cigarro, me hago un sudoku.

Fumo a medias con mi madre, y ella deja el tabaco.

Fumo en el balcón con mi abuelo, no sabemos nunca de que hablar, el silencio en el que me extiende el mechero encendido y digo “Gracias” es el momento de mayor conexión que tenemos. Ahora ya no fumo con él, ahora fumo con mi padre.

Abro los ojos, vuelvo a tener 25. Fumar acorta la vida, fumar mata, soy consciente, me gusta el sabor de irme matando poco a poco, mi vida pasa en un minuto con cada calada. No dejo de vivir, no dejo de sentir, no dejo de fumar.


5 comentarios:

Caronte dijo...

Un fumador que siente lo mismo, fumar mata, pena que lo haga la verdad y que cada año que pasa vayas notando un poco más los efectos adversos que tiene, junto con el miedo a que pasará si continuamos en la brecha del humo.

Yo el lunes vuelvo a las trincheras, espero evadir los monos que la asalten con mis parches y con el positivismo de saber que has dejado de ser dependiente.

Ayer una mujer que lo dejó hace 4 años me dijo que había vuelto a fumar, me dolió porque la amaba y amaba esa fuerza de voluntad que espero yo tener para abandonar el humo.

Un besazo muy grande!

Alberto Berjón García dijo...

Fumo mucho. Demasiado.
Fumo para frotar el tiempo y a veces oigo la radio,
y oigo pasar la vida como quien pone la radio.
(...)
Leopoldo María Panero

Ami dijo...

Caronte, desde el fondo de mi corazon, esto es literatura, reflexion, o como kieras llamarlo.

No hablo de si es bueno o malo, ni de si lo correcto es dejarlo o no, no me gusta ke se metan en mis decisiones, menos me voy a meter en las de los demas. Asi que no buskes una intencion a mi escrito más alla de las puras metaforas ke encierra.

Los lloros, ruegos, preguntas acerca de lo bueno o malo de los efectos del tabaco, creo ke son una entrada mas arriba xD

un beso wapo.

Caronte dijo...

Es solo literatura y la siento mía, solo ponía mi visión sobre esa lieratura, tanto la tuya como los lloros de más arriba.

He decidido intentar dejarlo, pero pena me da por lo que has expuesto anteriormente, al igual que el placer del humo que innhalo y exhalo ahora mismo, si, soy un vicioso lo reconozco y me sabe mal dejarlo la verdad. Si no tuviera ningún efecto nocivo ten por seguro que me pasaría fumando toda mi vida :P

Uno que ha elegido, aún a pesar de no estar convencido del todo de su elección.

Un besazo preciosa, y al llorón también xD

Kikirikihaga? dijo...

Siiiin vicio no puedo estar, vicio!vicio!

Bonita foto, se nota que quien la hizo tiene nociones sobre la perspectiva. Lástima que la modelo salga movida ¬¬

Pa que luego te quejes de tus bastardos que no firman >.<